No se trata de un conjunto de enseñanzas autónomas, sino de una serie de elementos del aprendizaje sumamente globalizados, que deben impregnar la actividad docente y estar presentes en el aula de forma permanente, ya que se refieren a problemas y preocupaciones fundamentales de la sociedad.
Entre los valores que tienen una presencia más relevante en nuestra etapa destacamos:
EDUCACIÓN MORAL Y CÍVICA
Pretende el desarrollo moral de la persona, como parte fundamental de la construcción del autoconcepto, así como educar para la convivencia en el pluralismo mediante un esfuerzo formativo en los siguientes ejes de contenidos:
- Autoestima, aceptación y confianza en sí mismo/a.
- Discriminación de comportamientos adecuados.
- Autocrítica: reconocimiento de errores y valoración de su propia actuación.
- Responsabilidad, compromiso personal.
- Regulación del propio comportamiento y autocontrol.
- Defensa de los propios derechos y opiniones.
- Autonomía e iniciativa, planificación y secuencia de la propia acción.
- Participación en el grupo y en el establecimiento de las normas.
- Respeto a los demás compañeros y a los objetos de uso común.
- Pautas de convivencia en la escuela y en la familia.
- Ayuda y colaboración con sus iguales y los adultos.
- Interés por compartir amistades, objetos, atención, etc.
- Uso de normas lingüísticas en los diálogos y conversaciones en grupo.
- Interés por comunicarse con los demás.
- Expresión del afecto y de los sentimientos.
El objetivo es que el niño y la niña comprendan que la construcción de la paz es tarea de todos. Igual que sucede con los conflictos cotidianos, muchas veces el odio entre los pueblos es fruto del desconocimiento y la falta de comunicación, y la mejor manera de superar estos problemas es el diálogo y el respeto a la diversidad.
Los objetivos y contenidos de este eje están relacionados con:
- La resolución pacífica y progresivamente autónoma de conflictos.
- La utilización del lenguaje para resolver conflictos y aprender a dialogar.
- La no-violencia: actitud crítica frente a la cultura bélica que se transmite a través de los juguetes, dibujos animados, juegos informáticos, películas...
- El conocimiento y valoración de las diferencias, evitando situaciones de discriminación con respecto a sexo, etnia, cultura, profesiones, clase social...
- El conocimiento y respeto de otras realidades, costumbres y formas de vida.
Este contenido parte de un concepto integral de la salud como bienestar físico y mental, individual, social y medioambiental.
Plantea los contenidos desde distintos ejes temáticos:
- Los cuidados personales (higiene y salud)
- La alimentación y nutrición
- La educación sexual
- La prevención de accidentes y
- La educación vial.
Las grandes cuestiones de la educación ambiental se centran en el descubrimiento del entorno y en el desarrollo de actitudes favorables para su protección y conservación.
Los principales ejes de contenidos en la etapa de Educación Infantil son:
- La sensibilización por los problemas medioambientales.
- Los hábitos de protección y de cuidado del medio.
- El respeto, la valoración y la implicación en el mantenimiento de un entorno limpio y saludable.
- Los hábitos de protección y cuidado de animales y plantas.
- Las normas de utilización de los espacios públicos y urbanos.
La educación para el consumo responsable parte de la reflexión sobre las actitudes de los niños y niñas, que deben empezar a distinguir entre aquello que realmente necesitan (la ropa, la comida, el transporte, etc.) y aquello de lo que pueden prescindir fácilmente.
Se plantean, entre otros, estos contenidos en nuestra etapa:
- El consumo responsable.
- Los juguetes y el material escolar.
- El reciclado y la reutilización de materiales.
- La valoración crítica de la publicidad...
Se presenta a la mujer en situaciones iguales a las del hombre, tanto en el ámbito de la escuela como en el del trabajo y en otros contextos cotidianos. Se plantean como ejes de contenidos en la etapa de Ed. Infantil:
- La expresión de los sentimientos y emociones en ambos sexos.
- La construcción de un autoconcepto adecuado, evitando la asignación de roles, estereotipos, valores y comportamientos sexistas.
- La identificación y valoración de la existencia de diferentes modelos de familia, evitando una asignación previa de roles en el reparto de tareas.
- La aceptación y desarrollo por ambos sexos de valores tradicionalmente considerados femeninos (afectividad, sensibilidad, cooperación...) o masculinos (tipo de actividad, autonomía, competitividad...).
- La cooperación y participación de los alumnos, independientemente de su sexo, en las tareas cotidianas del hogar, en la medida de sus posibilidades.
- La valoración del uso no-sexista de los juguetes, desarrollando actividades de juego compartidas y evitando la dicotomía entre juegos de niños y juegos de niñas.
- La utilización de un lenguaje coeducativo.
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