Debemos tener en cuenta algunas pautas generales de actuación:
- Resaltar el producto, no el proceso. La motivación de niños y niñas en el proceso escritor será cada vez mayor si no nos preocupamos de las formalidades de la escritura. No hay nada más desalentador para el niño si sus primeros intentos de escritura son devueltos cubiertos de marcas rojas (o de cualquier otro color) indicando sus errores. Es necesario aprobar sus escritos, estimularlos, respetando el anonimato si fuese necesario.
- Los niños y niñas deben sentirse libres para expresarse abiertamente. Hay que mantener una actitud positiva ante sus esfuerzos y ante su trabajo.
- Todos los niños y niñas deben leer sus trabajos en voz alta. Les encanta compartir sus escritos y escuchar lo que han hecho sus compañeros. Saber que escriben para un público les ayuda también a mejorar la calidad de su escritura.
- Debemos tener paciencia con aquellos niños y niñas que son lentos para escribir o que no sienten ninguna inclinación por hacerlo.
- Debemos considerar que no todos los niños y niñas manejan el mismo estilo o patrón de escritura: cada expresión escrita es individual.
- Hay que plantear tópicos abiertos para que los niños y niñas puedan tener la libertad necesaria para crear y experimentar: escribir tras escuchar una audición musical para expresar lo que ha sentido, tras la escucha de un cuento para comentar lo que más le ha gustado, tras la visualización de una lámina para informar de aquello que más le haya llamado la atención...
- Debemos proporcionar variedad de actividades de escritura diseñadas para estimular la imaginación y la creatividad.
- Utilizar los propios escritos espontáneos y libres de los niños y niñas como instrumento de diagnóstico de sus necesidades respecto a sus destrezas comunicativas y expresivas.
- Escribir, escribir y escribir. Practicar a diario ofreciendo modelos y estrategias de escritura: escribir una carta, escribir un diario de clase, comunicarse con niños y niñas (y sus familias) mediante la escritura y muchas otros momentos durante la jornada en el aula.
- Involucrar a las familias en este proceso. Tenemos que solicitar su colaboración, mostrarles una lista de actividades de escritura divertidas y entretenidas que pueden realizar en casa con sus hijos e hijas, recordarles que el contenido de la escritura creativa de sus hijos sea valorado y estimulado, no criticado.
- Recopilar todas las creaciones escritas de los niños y niñas. No deben terminar escondidos en un cajón o tirados en una papelera, deben ser recopilados y archivados convenientemente, maquetados e ilustrados para su utilización posterior. Componer con ellos diferentes libros o álbumes es una excelente estrategia: nuestro álbum de adivinanzas, el libro de los cuentos imaginados, el diccionario de las palabras fantásticas...
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